¿Inclusión real o diversity washing?
¿Cuántos logos maquillados has visto este mes?
El mes de junio es un periodo significativo para reflexionar sobre la equidad, la diversidad y la inclusión. En todo el mundo, se celebran eventos del Orgullo LGBTQIA+ para promover la igualdad y el respeto para todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.
Con el aumento de la visibilidad de estos movimientos, también surge una preocupación para empresas y organizaciones: ¿Realmente se está trabajando por promover una inclusión real o solo estamos viviendo el "diversity washing"?
¡Cuidado con el “Diversity Washing”!
Se refiere a la práctica de empresas y organizaciones que adoptan superficialmente políticas de diversidad, equidad e inclusión solo para mejorar su imagen pública, sin hacer cambios reales y significativos en su cultura o prácticas internas.
El "diversity washing" puede verse de muchas maneras, entre ellas destacan:
Publicidad vacía
Muchas empresas lanzan campañas publicitarias durante el mes del Orgullo, pero no respaldan estas campañas con acciones concretas. Ver mensajes inclusivos en la publicidad es positivo, siempre y cuando estén acompañados de un compromiso genuino y no solo un intento de capitalizar un movimiento social.
Falta de compromiso a nivel interno
Una organización verdaderamente comprometida con la inclusión y equidad debe reflejar esta diversidad en todos los niveles, especialmente en su liderazgo. Si una empresa promueve estos valores es contradictorio que en su junta directiva o equipo ejecutivo no exista representación diversa.
Políticas internas insuficientes:
Las empresas deben implementar políticas y prácticas que apoyen a las personas diversas en su equipo de manera continua, no solo durante los meses de celebraciones. Esto incluye desde políticas de no discriminación hasta programas de mentoría y desarrollo profesional para grupos subrepresentados.
Promoviendo una inclusión real
Para contrarrestar el "diversity washing" y promover una equidad e inclusión real, las organizaciones deben adoptar un enfoque integral y sostenible.
Compromiso desde su centro: El compromiso con la diversidad debe empezar desde el nivel más alto de la organización. Las personas líderes deben ser voceras activas de la equidad e inclusión y demostrarlo a través de acciones concretas y medibles.
Educación y sensibilización: Implementar programas de formación continua sobre equidad, diversidad e inclusión para todo el equipo. Esto ayuda a crear un entorno de respeto y comprensión, donde las diferencias son valoradas y celebradas.
Medición y transparencia: Establecer metas claras y medibles en cuanto a equidad, diversidad e inclusión y ser transparentes con los avances y desafíos. Publicar informes anuales puede ser una buena práctica para rendir cuentas y mostrar el compromiso de la organización.
Fomentar un entorno inclusivo: Crear espacios seguros y de apoyo para todas las personas, donde puedan expresar sus identidades sin temor a represalias o discriminación. Esto incluye desde baños inclusivos hasta la creación de redes de apoyo internas.
La verdadera inclusión va más allá de las palabras y requiere un compromiso continuo y profundo. Como parte de la sociedad e incluso como personas que consumen bienes y servicios en diferentes mercados, es importante que cuestionemos y exijamos autenticidad a las empresas y organizaciones.
Celebremos la diversidad no solo en junio, sino todos los días, trabajando para construir una sociedad más justa y equitativa para todas las personas.