El #8M no es otro San Valentín

Por: Johanny Astúa, Natalia Mora y Stephanie Nájera

Si queremos ser parte del #8M, ¿cómo podemos abarcar el tema para no caer en lo mismo de siempre? 

Hemos redactado este blog desde nuestra experiencia de agencia con enfoque social porque es un tema que año tras año muestra las mismas carencias comunicativas en gran parte de la exposición de marcas y organizaciones. No es difícil, es darle valor a lo que lo tiene.

Ese arte es hipotético, pero de seguro más de una persona que lea este blog va a recordar haber visto uno así en estos últimos días o en años anteriores. 

Pensemos: dentro de la conmemoración del 8 de marzo, ¿en qué punto podríamos considerar importante el regalar descuentos? Es un esfuerzo de mercadeo que por sí solo es hasta contradictorio para esta fecha. Sobre todo si la marca, organización o idea a lanzar, no tiene mayor injerencia en el bienestar o en el apoyo a esta lucha. 

Además, si lo pensamos más racionalmente aún, el descuento significa un menosprecio, un ‘’no es para tanto’’, un ‘’superémoslo’’ y mejor compremos. Esto es lo que menos queremos comunicar. 

Dejemos el símbolo % para otros momentos más adecuados y enfoquémonos en ideas más acordes a lo que esta lucha ha representado o, bien, no es necesario que la marca u organización tenga presencia en todas las fechas del calendario. Pero si lo vamos a hacer, hagámoslo bien.

El 8 de marzo es una conmemoración, no un festejo. No son rosas rojas para las trabajadoras o un desayuno para ellas y después subir la fotografía a redes sociales, tampoco son mensajes de WhatsApp sacados de Internet… Este día no solo conmemora la lucha para la igualdad y equidad entre hombres y mujeres, sino que visibiliza la problemática que existe sobre estos temas. 

Podríamos asegurar que no existe mujer quien no reciba al menos en algún grupo de WhatsApp, o logre observar en redes sociales, un mensaje de felicitación y/o agradecimiento y esto más allá de hacer sentir bien, llega a ser indignante. 

¿Qué sí queremos ver en el #8M? 

Visibilización, hechos, propuestas relacionadas al derecho a decidir sobre nuestras vidas, a la exigencia de un trato igualitario en el trabajo, en la familia, en la escuela, a la eliminación de la violencia de género… No queremos felicitaciones, queremos soluciones. 

Abramos espacios para conversar sobre lo que nos afecta o beneficia, lo que como mujeres queremos cambiar de la estructura social. Las rosas, los chocolates, los mensajes sentimentales, son bonitos pero no nos ayudan en nada a cambiar la realidad. 

‘’Empoderamiento’’ palabra que se escucha por todo lado, es momento de ir más allá. 

Muchas marcas han limitado su comunicación respecto a mujeres, a este tema, cuando en realidad hay mucho más que pueden aportar desde su posición. 

Esto no es exclusivo para el 8 de marzo, las mujeres al igual que todas las personas, queremos ser escuchadas y que lo que tenemos por decir, sea tomado en cuenta; sobre todo cuando el emisor (en este caso la marca u organización) tiene el poder de hacer un cambio o, al menos, mover fibras.

¿A qué vamos con esto? Hay un sin fin de herramientas que se pueden utilizar para realizar una campaña sobre cualquier tema, utilicémoslas también en lo referente a igualdad. Una buena investigación, pedir opiniones del público objetivo, salir a la calle y vivir la realidad para ser más conscientes con lo que vamos a comunicar... Reiteramos: no es hacer una campaña o meternos en un tema solo porque es tendencia. 

No, no hagamos un ‘’arroz con mango’’. Una cosa es agradecer a una persona por su compromiso en el trabajo y, otra, el reconocimiento y esfuerzo por la igualdad. 

 Las personas en general se sienten bien cuando su trabajo es validado y expuesto y no únicamente cuando lo hacen en una fecha para subir likes. Este tipo de comunicación debería ser habitual, no una vez al año. 

¿Qué más podemos hacer desde nuestro papel profesionales en comunicación? 

Podemos tener más cuidado a la hora de escoger imágenes de stock de mujeres, al escribir copy, al escribir guiones, conservando siempre esa conciencia de que podemos reproducir y perpetuar estereotipos en las personas, con tan solo estas pequeñas acciones.

Todas las luchas tienen su momento. Se conmemoran, no se felicitan. Debemos ser conscientes que esto inició por un grito de libertad para que las mujeres tuvieran derechos, para quitar la violencia de género, por la brecha salarial y muchísimas razones más. Por lo tanto, si queremos ver cambios y hacer una sociedad con equidad, debemos exigir justicia en esta fecha. Esta fecha es una oportunidad para hablarle al mundo y exponer la problemática.

Hay personas que quieren tomar el protagonismo y borrar el mensaje principal. No se quiere construir una república de mujeres, se quiere construir una sociedad de respeto y justicia. Todas las personas podemos y debemos ser aliadas rechazando las masculinidades tóxicas y misóginas, que impactan nuestra vida diariamente. Es una realidad lo que pasa cada día y ampliar el mensaje de la lucha es un acto de equidad.

“Premiar” a personas por ser feministas: Todo un dilema. ¿El simple hecho de ser mujer es motivo de recibir una recompensa? Somos seres humanos, individuales, independientes y eficientes. Reiteramos, no hay razón alguna para merecer premios como: ‘‘solo por ser mujer: x% de descuento’’. A menos de que las marcas estén comprometidas con iniciativas como financiar organizaciones o instituciones para la mujer, ahí podríamos estar hablando de una razón muy diferente pero, solo por generar ventas para la marca, no es un motivo valioso para la sociedad.

Si no tenemos qué decir tal vez no seamos las personas o las marcas correctas para hacerlo. No tiene nada de malo no referirse al tema del todo y dar espacio a quienes sí tienen aportes. Sin embargo, si nos parece importante la lucha y queremos aportar, podemos dar espacio y amplificar las voces que tienen amplia experiencia del tema.


¿Cómo?

  • Formar una alianza y ceder nuestra plataforma a una empresa, persona, influencer o activistas que puedan brindar información certera. 

  • Compartir contenidos de cuentas que se refieran al tema para darles más visibilidad. 

  • Divulgar recursos como libros, artículos u otras fuentes oficiales de información donde las personas puedan profundizar. 

  • Si está dentro de las posibilidades, brindar recursos económicos a colectivos que activamente investiguen o generen contenido sobre los derechos de la mujer. 


Quizás todo esto suene muy tajante, pero así de en serio nos debemos tomar esta fecha. No es cuestión de ponerle color morado a las imágenes, es que si nos vamos a unir al movimiento, lo hagamos con el conocimiento que se requiere. 


Nos encantaría conocer tu opinión sobre este tema. Sigamos la conversación en las publicaciones que hemos realizado al respecto en LinkedIn, Facebook o Instagram.

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